martes, 18 de enero de 2011

Miguel Hernández


“A las aladas almas de las rosas,
 del almendro de nata, te requiero,
 que tenemos que hablar de muchas cosas,
 compañero del alma, compañero”.
Miguel Hernández
  El Centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández en el pasado año 2010 supuso una oportunidad irrepetible para mostrar la riqueza de su legado. Por ello, la Fundación Cultural Miguel Hernández, el Ayuntamiento de Orihuela y otras entidades y organismos, entre ellos la Generalitat Valenciana, llevaron a cabo la tarea, cargada de responsabilidad y de ilusión, de organizar los actos que conmemorasen los cien años del nacimiento del ilustre escritor oriolano. Estos actos sirvieron para hacer reflexionar a cualquier persona acerca de la figura del poeta, de su pasado más cercano y del futuro todavía por venir. 
  Desde nuestro Centro, queremos también conmemorar la figura de este grandísimo poeta con una pequeña reseña de su via y trayectoria poética.

   En Orihuela, un pequeño pueblo del Levante español, rodeada del oasis exuberante de la huerta del Segura, nació Miguel Hernández el 30 de octubre de 1910. En ocasiones, escribía sencillos versos a la sombra de un árbol realizando así sus primeros experimentos poéticos. Poco a poco se fue familiarizando con  los grandes autores del Siglo de Oro: Cervantes, Lope, Calderón, Góngora y Garcilaso, junto con algunos autores modernos como Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado. Pasaba largas horas en agradable tertulia discutiendo de poesía, recitando versos. Comienzó a publicar poemas en el semanario El Pueblo de Orihuela y en el diario El Día de Alicante. Su nombre empezaba  a sonar en revistas y diarios levantinos.
  En diciembre de 1931 se lanzó a la conquista de Madrid con un puñado de poemas y unas recomendaciones que de nada le sirvieron. Las semanas pasaban y, a pesar de la abnegada ayuda de un puñado de amigos oriolanos, regresó a Orihuela. Aun así, su estancia en Madrid le permitió adquirir los gustos literarios de la capital que le inspiraran su libro Perito en lunas (1933). Un año después, su obra Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras, se publicó por Cruz y raya y le abrió las puertas de Madrid. Aquí, se forjó su círculo de amigos, en los que se encontraba Pablo Neruda y Vicente Aleixandre. Tras un tiempo en la capital, el Surrealismo y la poesía comprometida fueron sus formas poéticas.
  El estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 le obligó a colocarse del lado de la República. Su creación lírica se convierte en arma de denuncia, testimonio, instrumento de lucha, entusiasta, silenciosa y desesperada. En plena Guerra, regresó a Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa. Teatro en la guerraViento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939) han dejado testimonio del conflicto bélico.
  En la primavera de 1939, ante la desbandada general del frente republicano, Miguel Hernández intentó cruzar la frontera portuguesa, pero fue detenido y entregado a las autoridades españolas. Así comienzó su larga peregrinación por cárceles, aunque inesperadamente, a mediados de septiembre de 1939, fue puesto en libertad. Tras muchos años enfermo de tuberculosis, Miguel Hernández se fue consumiendo inexorablemente, el 28 de marzo de 1942 murió a los treinta y un años de edad. 





Su interés por la literatura lo llevó a profundizar en la obra de algunos clásicos, como Garcilaso de la Vega oLuis de Góngora, que posteriormente tuvieron una marcada influencia en sus versos, especialmente en los de su etapa juvenil. También conoció la producción de autores como Rubén Darío o Antonio Machado. Participó en las tertulias literarias locales organizadas por su amigo Ramón Sijé, encuentros en los que se relacionó con la que luego fue su esposa e inspiradora de muchos de sus poemas, Josefina Manresa.
Con veinticuatro años viajó a Madrid y conoció aVicente Aleixandre y a Pablo Neruda; con este último fundó la revista Caballo Verde para la Poesía. Las ideas marxistas del poeta chileno tuvieron una gran influencia sobre el joven Miguel, que se alejó del catolicismo e inició la evolución ideológica que lo condujo a tomar posiciones de compromiso beligerante durante la Guerra Civil.
Tras el triunfo del Frente Popular colaboró con otros intelectuales en las Misiones Pedagógicas, movimiento de carácter social y cultural. En 1936 se alistó como voluntario en el ejército republicano. Durante la contienda contrajo matrimonio con Josefina Manresa, publicó diversos poemas en las revistas El Mono Azul, Hora de España y Nueva Cultura, y dio numerosos recitales en el frente. El fallecimiento de su primer hijo (1938) y el nacimiento del segundo (1939) se añadieron como motivo inspirador de su obra poética.
Terminada la guerra regresó a Orihuela, donde fue detenido. Condenado a muerte, luego se le conmutó la pena por la de cadena perpetua. Después de pasar por varias prisiones, murió en el penal de Alicante víctima de un proceso tuberculoso: de esta forma se truncó una de las trayectorias más prometedoras de las letras españolas del siglo XX.

La poesía de Miguel Hernández
Aunque cronológicamente el autor debería pertenecer a la llamada promoción del 35, de la que formaron parte poetas como L. Rosales o L.M. Panero, el estilo de su obra y su relación con los representantes de la Generación del 27 hacen que se le considere el miembro más joven de esta última, el "genial epígono del grupo" en palabras de Dámaso Alonso. Su trayectoria como escritor dio comienzo con algunas colaboraciones en la revista de tendencia católica El Gallo Crisis, dirigida por Ramón Sijé.

martes, 11 de enero de 2011

Entrevista al escritor Eloy M. Cebrián

El pasado 3 de noviembre, asistimos a la presentación de dos libros: Operación Beowulf de Eloy M. Cebrián y Los instantes perfectos de Ana Alonso. Presentación realizada por Antonio Ventura, director de la colección "El Árbol de la Lectura" de Oxford University Press. Tuvimos la oportunidad de hacerle a Eloy Cebrián unas preguntas sobre su nueva novela, con la que ha realizado una curiosa actividad.

Meses antes de la presentación de su libro, cuando solo era un borrador, el Club de lectura del Instituto Amparo Sanz lo llamó para pedirle su participación en un taller titulado “¿Cómo se escribe una novela?”, ocasión que Eloy aprovechó para realizar un preestreno de Operación Beowulf. Los alumnos del Instituto Amparo Sanz leyeron su novela y le dieron algunos consejos para mejorarla.

Eloy realizó algunos cambios respecto al original y el resultado es el libro que acaba de presentar.



Entrevista a Eloy Cebrián.

Entrevistadoras: Háblanos un poco de ti. ¿Cómo empezaste a escribir?

Eloy Cebrián: En el instituto escribía un poco y, en la facultad, un poco más. Los que somos muy lectores antes o después nos da por pasar a la acción. Realmente empecé a escribir cuando tenía más de treinta años. Mi hijo estaba a punto de nacer y yo vivía solo en aquella época. Mi mujer trabajaba fuera y nos veíamos solamente los fines de semana, estaba muy aburrido y había varias posibilidades: irme de marcha todos los días o intentar encauzar ese tiempo que tenía en algo que me apetecía desde hacía tiempo, como era la escritura.

(Llega Laura, alumna del instituto Amparo Sanz)

Eloy: Esta joven tiene bastante que ver con Operación Beowulf.

Entrevistadoras: ¿Cuáles han sido tus influencias o modelos a seguir?

Eloy: ¿Influencias literarias? Me gusta muchísimo Jorge Luis Borges, la literatura inglesa y también las lecturas de todos los jóvenes: Julio Verne, Los Cinco y Los siete secretos de Enid Blyton, los libros de ciencia ficción...

Entrevistadoras: Estas lecturas ¿influyen a la hora de escribir literatura juvenil?

Eloy: Sí, claro. Uno no se inventa las cosas de la nada, escribimos sobre lo que leemos. No hay nada accidental ahí. Uno lee, adquiere unos gustos y sobre esos gustos fluye lo que se escribe.

Entrevistadoras: Has tenido contacto con muchos autores a través de Internet. ¿Ha influido esto en tu forma de escribir o en tu vida misma?

Eloy: Sí, porque la escritura es un trabajo muy solitario y la mejor manera de combatir esa soledad es relacionándose con otra gente que escribe. En Albacete, una ciudad pequeña, no tenemos tanta posibilidad de entablar contacto con otros escritores y, sin embargo, Internet nos ha abierto puertas, no solamente con otros escritores, sino también con  editores que son quienes hacen posible que nuestros libros se conozcan. Creo que Internet ha sacado del anonimato y del olvido a muchos escritores que no viven en Madrid o en Barcelona, que es donde verdaderamente se hacen los libros.

Entrevistadoras: De la gente que has conocido a través de Internet ¿quién te ha influido o sorprendido más?

Eloy: No lo sé. Creo que la gente a través de Internet más que sorprenderte, te decepcionan ¿no? (Risas)

Entrevistadoras: Sí, te dicen: rubio, alto, con ojos azules y luego es todo lo contrario. (Risas)

Eloy: Sí, no me refería a eso. (Ríe) La gente de la Literatura te da sorpresas. Hay escritores que piensas que son dioses y, en persona, te pueden decepcionar. Otros, por prejuicios, piensas que no vas a poder llevarte muy bien con ellos y, sin embargo, son gente muy parecida a ti.

Entrevistadoras: Escribes para dos públicos muy diferentes: adultos y jóvenes ¿Por qué? ¿Qué es lo que te llama la atención de cada uno de estos géneros?

Eloy: No establezco una diferencia tan tajante. Hay historias que me parece que son adecuadas para gente más joven y las escribo un poco en esa dirección y otras  son más de público adulto. En el momento de escribir, no establezco una diferencia, sencillamente digamos que unas historias me parecen más adecuadas para un tipo de público que para otro.

Entrevistadoras: ¿Por qué esta vez una historia para gente más joven?

Eloy: Los libros se escriben y luego se venden. Cuando escribes no tienes  en la cabeza la idea de un público juvenil o mayor, ya que escribes por disfrutar, por pasarlo bien, por intentar contar una historia de la mejor manera posible y luego la decisión de a quién va dirigido ese libro la toman quienes los venden, que son las editoriales. Es cierto que cuando tú intentas darle salida a ese libro te diriges a unas editoriales o a otras. Hay editoriales que están más especializadas en un público adulto y otras que lo están en el público juvenil, aun así esto es un paso posterior a la escritura, eso ya es marketing o intentar darle una salida a tu novela. La literatura es mucho más libre que todo eso, no establece compartimentos exactos ni divisiones entre un público y otro.

Entrevistadoras: ¿Cómo se te ocurrió la idea para escribir Operación Beowulf?

Eloy: Han sido muchas ideas que han nacido de los libros he leído, de las películas que he visto y de mis estudios. Es una novela ubicada en la Segunda Guerra Mundial, la protagonista es una arqueóloga del Museo Británico, que se llama igual que esta joven que está aquí a mi lado, Laura, que fue una de las primeras lectoras de la novela. Todos estos elementos forman parte de mi educación y, también,  de mi educación sentimental. Soy profesor de Inglés, he estudiado inglés, fui a Londres de joven, soy un anglófilo perdido y por lo tanto eso tenía que salir antes o después.

Entrevistadoras: Por esa razón la historia se desarrolla en Londres, ¿te ha impactado mucho esa ciudad?

Eloy: Muchísimo. Londres es para mí un mito más que una ciudad. La ciudad que yo tengo en la imaginación casi que no existe, casi me la he inventado. No sé si habrá existido alguna vez, quizá en el cine o en la Literatura, puede ser que la ciudad real que yo recreo en la novela nunca haya existido.

Entrevistadoras: Por tanto, ¿tu estancia en Londres se podría considerar como un viaje de documentación?

Eloy: No. Está claro que si yo no hubiese estado en Londres, esta novela no existiría. De todas formas, yo había estado en Londres muchas veces antes de viajar allí en verdad, es decir, creo que se viaja más con la fantasía y con la imaginación. Estuve en Londres por primera vez con 20 años, pero en mi cabeza ya había estado muchas veces. No puedo decir que me decepcionara, pero digamos que el Londres que yo había visto era el Londres de las películas, de la Literatura, de la música, de los Beatles… era siempre mucho más rico que el Londres que yo conocí. Y esa es la magia de la Literatura: siempre enriquece un poco la realidad.

Entrevistadoras: Haz un poco de publicidad ¿Qué le dirías a alguien que está indeciso entre leer tu libro o no?

Eloy: ¿Entre leer mi libro y leer uno de Laura Gallego, por ejemplo?

Entrevistadoras: Ahí hemos sacado tema (Entre risas)

Eloy: ¿O de vampirines? (Siguen las risas) Chicas, yo qué sé… Leed lo que os apetezca, en igualdad de condiciones, es más barato mi libro. El mío vale solo 8’50€, los de Laura Gallego valdrán 20€ y los de vampirines ya ni te cuento.

Entrevistadoras: Laura se puede incorporar también a la respuesta.

Laura: Se trata de una novela que relata una historia amorosa, además está relacionado con un tema histórico y nunca está de más aprender algo sobre un sitio que no hayamos visitado o, como dice Eloy, que nos lo imaginamos por las películas y lo que hemos leído. Esta es una novela que me gustó mucho cuando la leí.

Eloy: A Laura le gustó la novela. Yo no le daba clase, así que no le iba a subir la nota, venía de otro instituto.

Entrevistadoras: ¿La contratas de Relaciones públicas para tu difusión? (Risas)

Eloy: Por eso está sentada aquí a mi lado, es mi agente de prensa, preguntadle a ella.

Entrevistadoras: También diriges tu propia revista “El Problema de Yorick”. ¿Cómo surgió este proyecto?

Eloy: Las revistas literarias surgen como un juego y lo interesante es que siga siendo así durante toda su trayectoria, porque cuando se convierte en algo serio ya no tiene sentido seguir haciéndola, ya no disfruta uno.

Entrevistadoras: La revista surgió entre dos compañeros ¿verdad? entre Antonio y tú.

Eloy: Sí, sigue siendo así, Antonio está ausente, pero seguimos…

Entrevistadoras: ¿Hay algún nuevo número en marcha?

Eloy: Sí, muy pronto, en diciembre vamos a tener un número nuevo muy amplio. La diferencia en este número es que escribe menos gente de Albacete y más de fuera y colaboran escritores conocidos. Uno va ensanchando su mundo y sus relaciones, la revista va ganando un poquito de prestigio y tenemos gente muy buena escribiendo en este número.

Entrevistadoras: Por último, ¿qué aconsejarías a alguien que esté empezando a escribir?

Eloy: Pues no sé… (Risas)



(Pasan por allí Ana Alonso y Antonio Ventura)

Eloy: Ana, ven y aconséjales. Ana es una escritora que se dedica a esto más que yo, es la autora del otro libro que presentamos hoy aquí. Ella os va a explicar lo que tiene que hacer alguien que está empezando a escribir.

Antonio Ventura: Lo mejor es dedicaros a otra cosa, porque en este país nadie se interesa.

Eloy: Antonio es el editor de la colección "El Árbol de la Lectura" de Oxford, y entiende de estas cosas.

Ana Alonso: Esta es la opinión pesimista, ahora yo os doy la optimista.

Eloy: Explícales, Ana, tú que te ganas la vida con esto. Como yo no me gano la vida, es mejor que no se lo explique.

Ana: Lo que os puedo decir es que escribáis mucho, que si os gusta escribir no os lo planteéis como un medio para alcanzar otros fines como la fama o un status económico. Tiene que ser algo que se haga por vocación, porque si no se escribe con sinceridad no sale nada decente. Siempre se lo digo a la gente joven: dedicarse a la escritura es posible. Creo que la gente de vuestra edad sí que lee, por lo menos la experiencia que yo tengo es que se lee más que cuando yo tenía vuestra edad. Lo único que os recomendaría es que escribáis mucho, que seáis autoexigentes, que estéis abiertos a reconocer los propios errores y sobre todo que no lo dejéis, porque a escribir se aprende escribiendo.

Entrevistadoras: Muchas gracias, Ana, por tu colaboración, y suerte.

Y muchas gracias por darnos algo de tu tiempo, Eloy. Enhorabuena por tu libro y mucha suerte.

Eloy: Gracias a vosotras.



By: Verónica M. (2º bach E) e Irene Tébar (3º eso B)